domingo, 25 de febrero de 2018

Dios te quiere bendecir

Mi madre  siempre lee el Salmo 127:3 y 4 ≪He aquí herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud≫. 
Mi nombre traducido del latín y germano significa ≪Divina flecha de hierro≫.
Ella me cuenta que orando un día recibió de parte de Dios que yo tenga esos nombres. Y sí, soy una saeta (flecha). 
Cuando me diagnósticaron el Transtorno Bipolar fue difícil para la familia. Me costó aceptarlo en un principio pues me habían dicho que era Esquizofrenía. Pero como una flecha de hierro seguí peleándole a la vida. Encuentro en la Biblia el aliento suficiente. Siento que Dios está diciéndome cada día "Esto también pasará". Agradezco las cosas buenas de la vida, pero en los días malos también miro al cielo. Decidí enfocarme en lo eterno. 
Los días pasan rápido, y las decisiones que se toman pensando en la eternidad son las que mayor felicidad nos producen.
Los hijos son regalos de Dios, la familia nace como un deseo de Dios de darnos un hogar, un refugio. Muchas familias no llegan a experimentar la bendición de Dios por no enfocarse en buscarlo a Él.
Si atraviesas crisis familiares, si invaden tu mente pensamientos de depresión y suicidio, si tienes situaciones y personas a las que no puedes perdonar, es necesario que te conectes con Dios, no con una religión, con el Dios vivo.
La vida cristiana es una vida bella, es un estilo de vida,  no es una religión más. No hacemos cosas anticuadas.
 Dios nos da alegría, la Biblia dice en el libro de Proverbios 17:22 El corazón alegre constituye buen remedio: Más el espíritu triste seca los huesos. Vemos aquí la importancia que le da la Biblia al tener alegría, también en el mismo libro nos dice que "El corazón alegre hermosea el rostro" y que "El corazón contento tiene un banquete continuo". Es necesario que muchas de nuestras maneras de pensar sean transformadas por medio de la lectura de la Biblia. 
Mientras tanto yo seguiré fiel al llamado de Dios hasta lo último de mis días. Fe es tener certeza en lo que uno espera tener, convicción de lo que uno no ve. La fe nos lleva a tener confianza plena en que Dios siempre tiene pensamientos de bien y no de mal para nosotros, que la vida abundante y plena la recibimos por darle el primer lugar en nuestras vidas. El Señor merece lo mejor de nuestros días.
Querido lector te invito a que te puedas acercar a una iglesia cristiana. Donde se predique el Evangelio, donde la Biblia sea la única autoridad, donde Jesucristo sea tu Señor y Salvador, donde se crea en el Espíritu Santo y en su bautismo. Dios quiere bendecirte, no sigas alejándote de Él. 

jueves, 15 de febrero de 2018

La decisión de creerte



LA DECISIÓN DE CREERTE
Por Gisela 
Nací en la Ciudad de Posadas, en el año 1990. Mis padres y abuela asistían a una iglesia local.
Siempre he aprendido cuestiones sobre la Palabra de Dios. Lo dicho por Jesús ‹Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida› (Juan 6:63 RVC). Me hacen pensar que la Biblia es la voz de Dios hablándome directamente.
Haber crecido en una profunda y sencilla fe, demuestra que esa vida abundante la recibo por medio del conocimiento de las Escrituras.
Más de una vez me han preguntado ¿qué significa la Biblia para mí? La respuesta es siempre la misma: Es más que un libro con narraciones anticuadas, es la voz de Dios que sigue demostrándome que aún en las dificultades más adversas, Jesús esta ahí, presente, dándome vida.
Durante el 2016 sufrí un accidente que me dejó en silla de ruedas por siete meses. En ese período pude sentir fortaleza, pues como está escrito ‹Si ustedes me buscan, vivirán› (Amós 5:4 RVC). Y en este gran abanico de situaciones que se presentan en la vida misma, encontramos el sentido enfocándonos únicamente en Dios.
¿Por qué cada día decido tomar la decisión de leer la Biblia? Porque recuerdo las palabras de Jesús a sus discípulos ‹separados de mí ustedes nada pueden hacer› (Juan 15:5 RVC). Para conocer el amor y carácter divino debemos dejar de lado los argumentos que tengamos en contra del aprendizaje de las Escrituras.
Entre las creencias populares se han arraigado pensamientos como “Tenes que estar muy bien o ser muy fuerte para leer la Biblia porque te puede dejar loco”. Así el enemigo, infunde temor en las vidas para que justamente no puedan conocer al Señor.
Mi querido lector, te animo a que sin ningún tipo de temor comiences a leer la Biblia. Y a descubrir las palabras que te darán vida, aún en los días de desconsuelo.