Mi madre siempre lee el Salmo 127:3 y 4 ≪He aquí herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud≫.
Mi nombre traducido del latín y germano significa ≪Divina flecha de hierro≫.
Ella me cuenta que orando un día recibió de parte de Dios que yo tenga esos nombres. Y sí, soy una saeta (flecha).
Cuando me diagnósticaron el Transtorno Bipolar fue difícil para la familia. Me costó aceptarlo en un principio pues me habían dicho que era Esquizofrenía. Pero como una flecha de hierro seguí peleándole a la vida. Encuentro en la Biblia el aliento suficiente. Siento que Dios está diciéndome cada día "Esto también pasará". Agradezco las cosas buenas de la vida, pero en los días malos también miro al cielo. Decidí enfocarme en lo eterno.
Los días pasan rápido, y las decisiones que se toman pensando en la eternidad son las que mayor felicidad nos producen.
Los hijos son regalos de Dios, la familia nace como un deseo de Dios de darnos un hogar, un refugio. Muchas familias no llegan a experimentar la bendición de Dios por no enfocarse en buscarlo a Él.
Si atraviesas crisis familiares, si invaden tu mente pensamientos de depresión y suicidio, si tienes situaciones y personas a las que no puedes perdonar, es necesario que te conectes con Dios, no con una religión, con el Dios vivo.
La vida cristiana es una vida bella, es un estilo de vida, no es una religión más. No hacemos cosas anticuadas.
Dios nos da alegría, la Biblia dice en el libro de Proverbios 17:22 El corazón alegre constituye buen remedio: Más el espíritu triste seca los huesos. Vemos aquí la importancia que le da la Biblia al tener alegría, también en el mismo libro nos dice que "El corazón alegre hermosea el rostro" y que "El corazón contento tiene un banquete continuo". Es necesario que muchas de nuestras maneras de pensar sean transformadas por medio de la lectura de la Biblia.
Mientras tanto yo seguiré fiel al llamado de Dios hasta lo último de mis días. Fe es tener certeza en lo que uno espera tener, convicción de lo que uno no ve. La fe nos lleva a tener confianza plena en que Dios siempre tiene pensamientos de bien y no de mal para nosotros, que la vida abundante y plena la recibimos por darle el primer lugar en nuestras vidas. El Señor merece lo mejor de nuestros días.
Querido lector te invito a que te puedas acercar a una iglesia cristiana. Donde se predique el Evangelio, donde la Biblia sea la única autoridad, donde Jesucristo sea tu Señor y Salvador, donde se crea en el Espíritu Santo y en su bautismo. Dios quiere bendecirte, no sigas alejándote de Él.
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