Contaba las horas, venía a este mundo mi primer sobrino. Había ido a comprarle juguetes y ropas, me imaginaba su cara y estaba tan feliz.
Cuando nació fui a la mañana al Hospital, me senté debajo de un gran árbol a esperar el horario de visita para poder conocerlo. Ingresé a la sala, sonaba un opening de Dragon Ball Z, fue un momento épico para mí. Y ahí estaba, tan pequeño y hermoso.
El 9 de Enero va a cumplir sus 3 años ya. Dice muchas palabras en guaraní, inglés y japonés. Él se divierte conmigo. Le gusta hablar y me hace muchas preguntas. Nunca olvidaré cuando por primera vez me dijo "chia" (tía).
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