La naturaleza, el canto de las aves, el sonido del agua en el río, el sol dando su calor, ese chocolate que me gusta tanto. Nada más basta unos días para que todo aquello que me atormentaba desaparezca, no existe problema tan grande como para decirle No a la vida.
El problema reside en darle demasiada importancia a las situaciones negativas, encerrarse, deprimirse, no salir, no hablar, no levantarse. Para mí el mejor remedio es enfrentar la realidad, cambiar de dirección si es necesario. Crear y recrear, cambiar y descubrir.
Debemos aprender que la vida es demasiado bella como para perder un día sufriendo por algo que quizás ni siquiera era tan grave como lo percibimos.
Ama, ríe y vive. Quizás es tiempo de que hagas tus maletas y viajes un poco.
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